Impresiones sobre Juego de Tronos: “Un cambio de paradigma”

Cuatro nuevos pósters de Juego de Tronos

La primera temporada de Juego de Tronos llega a su fin. Tras varias semanas asistiendo lo que podríamos clasificar como un evento histórico sin precedentes, la nueva serie y apuesta de la HBO, cerró sus puertas con un capítulo final de temporada que iguala a los hechos narrados y destilados en la novela original, y que demuestra, una vez más, que la frontera entre la televisión y el cine es una mera ilusión mantenida por unos pocos destinada a diferenciar dos mundos que cada vez están más próximos e igualados en cuanto a calidad.

Lo que bien empieza, bien acaba. La HBO, cadena que sigue apostando por series y productos de la máxima calidad, y cuyas creaciones se han convertido en referente para los creativos, directores y actores de medio mundo, terminó de la mejor manera posible ese maremágnum de emociones, personajes y sentimientos, que es Juego de Tronos. La primera temporada llegó a su término en un capítulo final que volvía a demostrar que la adaptación que se traían entre manos desde el ente televisivo, era una de las mejores traslaciones de un libro a la pantalla jamás vista. Todo aquello que se vislumbró en aquél primer capítulo piloto, y que se mantuvo durante el desarrollo de toda la temporada, volvió a aparecer en los últimos compases de la versión televisiva de la famosa novela. Los valores de producción, su inestimable guión, y el maravilloso reparto de actores, solo han conseguido encumbrar una obra literaria ya grande, redonda y casi perfecta, de por sí. George R.R Martin y su saga, Canción de Hielo y Fuego, ha servido de base para regalarnos todo un ejemplo, de que la línea entre la televisión y el cine, es poco menos que un camelo que algunas grandes productoras deciden mantener para seguir jugando con su excelente, fastuoso y vacío, teatro de marionetas con pintas de famoso.

Juego de Tronos

¿Qué es lo que hace realmente grande a una serie como Juego de Tronos? Realmente, lo mismo que hace grande a una producción de enorme tamaño y planificación, o lo mismo que hace redonda una obra de teatro: personajes y libreto. Son la base de todo. Juego de Tronos es una novela de personajes, de roles, que se mueven como piezas de ajedrez favoreciendo intereses ajenos y propios, en un inmenso tablero llamado “Mundo de Poniente”, un continente lleno de familias, estandartes, blasones y reinos (Stark, Lannister, Baratheon…), que buscan, la mayoría, el mismo objetivo: ocupar el Trono de Hierro. Hay de todo, señores de la guerra que intentan ser honorables en tiempo difíciles, reyes corruptos y aposentados en las mieles de la comodidad y los placeres de palacio o enormes y poderosas familias conspiradoras que añoran, por encima de todo, el poder que antaño tuvieron. Y por encima de todo, al norte, el Muro. Un inmenso muro de hielo, roca y piedra, que nos protege de aquellos que un día llegarán para arrasar cualquier vestigio de vida y civilización. Bonito mapa, ¿verdad? Lejos del maniqueísmo de la gran mayoría de novelas y adaptaciones ambientadas en mundos de fantasía, en el convulso universo de Juego de Tronos, tenemos un crisol de culturas y personalidades, cada una con sus únicos trasfondos e historias, lo que se agradece a la hora de tratar y disfrutar con unos personajes complejos (casi todos tienen sus propios claroscuros), que se desenvuelven entre conspiraciones, intereses, batallas, guerras y aspiraciones. El sentimiento trágico, como de historia mitológica griega clásica, aparece y desaparece a lo largo de la primera temporada, con unos papeles en los que crees ver figuras heroicas y villanas puras, pero cuya apariencias, engañan (y no siempre en el mal sentido). Juego de Tronos así, se sustenta en los hombros de un reparto de lujo, encabezado por figuras y actores como Sean Bean (Eddard Stark) o Peter Dinklage (Tyrion Lannister), que merecen todos los reconocimientos y premios habidos y por haber, demostrándonos que aún quedan intérpretes y actrices (Lena Heady o Michelle Fairley son dos absolutos referentes a día de hoy), por conocer. Mención aparte también merecen los pequeños infantes que dan vida a los hijos e hijas de la familia Stark (casi protagonista de esta primera temporada), con la destacable actuación de la eficiente Maisie Williams en su rol de Arya, que sin lugar a dudas, dará que hablar en futuras entregas y aventuras. Todo un talento y un descubrimiento.

Preview de Juego de Tronos

Volvamos al segundo punto esencial para comprender la importancia de la serie (y por consiguiente, de los libros), el libreto. La historia propia de Juego de Tronos, y en concreto la de esta primera temporada, es la disposición argumental ideal para una buena serie. Primero, porque presenta, prepara y abre muchas historias, caminos y ambientes a desarrollar. Y segundo, porque deja la gran mayoría de ellas abiertas y planteadas para el futuro. George R.R. Martin tejió su particular mitología literaria de la misma manera de la que se planea y proyecta una serie, orquestando sus novelas a forma de capítulos y temporadas, y eso le ha venido aún mejor a los creativos, productores y mentes pensantes de la HBO. Es como entrar a una cueva sabiendo que hay un enorme botín, y al entrar, encontrarte con algo mil veces mejor de lo que te habías imaginado. Con eso no quiero quitarle ningún mérito a los guionistas de la serie, que dentro de los límites presupuestarios habituales, han trasladado de una más que eficiente, notoria y remarcable manera la historia de la primera novela. Hay omisiones y cambios, es normal, pero es de recibo agradecer el indudable ritmo narrativo y el apasionado mimo, con el que han adaptado absolutamente todo. No hay fallos de cohesión u omisiones demasiado grandes. Todo está bien conjuntado, como si de un enorme coreografía se tratase, para que los espectadores (tantos los que se han leído el libro, como los que no), pudieran disfrutar con una historia tan bien planteada como desarrollada.

Una vez que tenemos los dos puntos esenciales tan bien tratados y cubiertos, nos quedan los halagos. Los agradecimientos. Los vítores, como si de un juego de justas y combates entre caballeros se tratase. Juego de Tronos es la enésima muestra de que en este negocio, hay varias empresas y cadenas que hacen buenos productos, pero solo una que establece nuevas normas y paradigmas. Juego de Tronos huele, sabe y se siente HBO. No se corta en mostrarnos historias y personajes turbulentos, escenas truculentas llevadas a ritmo de espada o llenas de sexo y complejos y metafóricos diálogos. No usados como reclamo o necesidad, sino como complemento y recurso indispensable para tratar con la mayor veracidad una historia que los incluye como pilares básicos para su propio entendimiento. Esta adulta y atractiva mezcla, hace que el producto adquiera un tono y un sentir, que quizás, no disfrutaría en otro medio más tradicional y encorsetado, como el cinematográfico. Y esto, nos lleva al eterno debate. ¿Es el cine el único medio de expresión válido a la hora de tratar semejantes producciones e historias? No. ¿Es el único que asegura unos valores e índices de calidad altos? No. Si bien era algo que ya muchos intuíamos, el ritmo de las historias llevadas a cabo por algunas productoras y series en los últimos años, deja claro que el refugio de la creatividad y del talento, está en la televisión. Es un medio más flexible, íntimo (y a la vez grande) que permite una mayor libertad. La HBO, con una pasión por la perfección en sus creaciones casi enfermiza, ha conseguido derrumbar la línea o muro que separa ambos mundos audiovisuales. Ese muro de Berlín imaginario esgrimido y levantado por los representantes de una industria cinematográfica, que veían con miedo y terror, como productos de un mercado “secundario” para ellos, conseguían más renombre, repercusión o valor, que los productos propios. Juego de Tronos, es el nuevo paradigma. El nuevo camino a seguir para todos aquellos espectadores que quieran ver representaciones adultas, exactas, completas y complejas. Es el nuevo sendero a caminar para todos aquellos espectadores y aficionados a los medios audiovisuales. La ruta a practicar como ejemplo, por aquellos que siguen dudando del poder de la antiguamente llamada pequeña pantalla (cosa harto ridícula, si tenemos en cuenta los poderosos equipos audiovisuales y medios que disfrutan los usuarios y espectadores en sus casas hoy en día). No tengo mucho más que decir.

Juego de Tronos, como reza su propio tagline (You Win or You Die), ha jugado y vencido. Ha ganado. Ha ganado esa batalla contra las voces que proclamaban un sonoro fracaso como producto. Ha ganado a aquellos espectadores que veían con recelo una adaptación televisiva, y ha ganado a todos los fanáticos de la obra original. Así pues, la cosa está clara. Si eres actor o director de cine, atento a las siguientes palabras: Se os acerca el Invierno. La televisión ha levantado del yugo imaginario al que le sometían ciertos sectores cinematográficos. Y en el momento en el que las huestes de lobos llenas de calidad invadan las televisiones de medio mundo con las sucesivas temporadas que aún nos quedan, muchos espectadores no se arrodillarán ante una productora que vive cómodamente en su Trono de Hierro y Celulosa en Hollywood. Lo harán delante del único Rey. Del “Rey en el Norte”: El televisor.

Artículo de Alberto González para Hablandoenserie.com

4 thoughts on “Impresiones sobre Juego de Tronos: “Un cambio de paradigma””

  1. Muy buen cometario,cierto el futro de del buen cine estará en la televisión

  2. Gracias por el artículo, no puedo estar más de acuerdo. La serie es magnífica y mi única pena es que al haber leído los libros antes, no puedo disfrutar de las sorpresas que depara el argumento. No sé si estarás de acuerdo, pero me da la impresión de que el éxito de la serie es algo menor de lo que esperaba HBO en cuanto a cantidad de espectadores y, al mismo tiempo, mayor en cuanto a críticas, nivel de satisfacción del público y prestigio mediático. En todo caso espero que le esté resultando rentable y que completen todas las temporadas.
    Aprovecho la visita para dejar por aquí un post encareciendo la lectura/visionado de JDT. No tiene spoilers. Un saludo. http://bit.ly/juegodetronos

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